Autor: Edmond Rostand
Páginas: 224
Tapa: Dura
Editor: Edimat libros
En 1640 vivía en Francia Cyrano de Bergerac, un espadachín, filósofo, poeta y fiero soldado que luchaba en un escuadrón a órdenes del rey. Él es un buen hombre, ayuda a sus semejantes y protege a sus amigos. Sin embargo, está profundamente acomplejado por su enorme nariz, la que lo hace sentir feo. Pese a que es un alma noble, no duda en entrar en duelo con todo aquel que ose burlarse de su defecto físico.
Un buen día Roxanne, prima de Cyrano, le cita en la pastelería de Raguenau para confesarle que se encuentra enamorada de un guapo soldado de nombre Christian de Neuvilette. Esta confesión resulta devastadora para el pobre hombre, ya que amaba con toda su alma a la joven, pero la amaba en secreto puesto que no se consideraba digno de ella por su fealdad.
Cuando Cyrano se encontró con Christian, este le comenta que está muy enamorado de Roxanne, pero no sabe como conquistarla, ya que no es un hombre elocuente para expresar sus sentimientos. En un gran acto de bondad y amor, Cyrano se ofrece a ayudarle y es así como le escribe las cartas que su rival le enviará y le recita al oído los versos que debe decirle cuando le habla bajo el balcón.
Poco después estalla la guerra contra los españoles y el Conde de Guiche envía al escuadrón al que pertenecen Cyrano y Christian al frente a luchar. Esta decisión fue motivada por el resentimiento que sentía hacía Christian, ya que el noble también estaba interesado en Roxanne. En la batalla Christian es asesinado por los enemigos y en su agonía pide a Cyrano que le confiese la verdad a la dama, ya que ella estaba enamorada del alma del autor de los versos.
La tristeza por la pérdida de su amado, lleva a Roxanne a enclaustrarse en un convento, en el que vivirá vistiendo permanente luto y aislada del mundo. Solamente su primo que sigue amándola intensamente, la visita todos los sábados a las 6 de la tarde. Así pasaron 16 años y nuestro protagonista no se atrevía a confesar la verdad. El pobre Cyrano había caído en la miseria y rodeado de enemigos. Un sábado que iría a visitar a su prima, sufre un ataque que le provoca una terrible lesión, esto no le impedirá acudir a su cita, aunque será por última vez.
Cyrano de Bergerac es un drama de cinco actos escrito por Edmond Rostand y estrenado en el Teatro de la Porte Saint-Martín el 27 de diciembre de 1897. Para crear su personaje, el autor tomó como referencia al verdadero Cyrano de Bergerac que fue un poeta, dramaturgo y pensador francés del siglo XVII.
La obra está relatada en versos cortos, fácilmente comprensibles y de una profunda belleza que llegan hasta el corazón del lector. Sus personajes están muy bien trazados y cada uno sigue perfectamente su línea de acción y algunos consiguen una evolución bastante favorable. Conforme vamos avanzando en la lectura es muy fácil cogerle cariño a Cyrano y por momentos un poco de aversión a Roxanne por su frivolidad. El personaje más complejo de todos es nuestro protagonista, tanto que es capaz de todo por la mujer que ama, menos de confesárselo por la inseguridad que él sentía a causa de su aspecto.
La historia de Cyrano es simplemente bellísima y sumamente conmovedora. Es una oda al amor verdadero, puro y limpio, a ese amor tan fuerte que es capaz de sacrificarlo todo hasta la propia persona, en busca de la felicidad del ser amado, como hizo Cyrano por Roxanne, que fue capaz de ayudar a su rival a conquistarla y en la guerra intentar protegerlo.
La obra nos deja un mensaje muy claro, que es el valor que se da al interior y al exterior de la persona, ya que Roxanne, en principio se había enamorado del físico de Christian, pero terminó amando el alma de Cyrano, pensando que era la del rubio. Es un tema que no ha perdido vigencia, es más en nuestra época creo que es más frecuente, el culto y la idolatría al físico, dejando de la lado la esencia, el alma, que es lo que verdaderamente importa.
Es una historia que definitivamente recomiendo leer a todo mundo, ya no solo porque se trate de uno de los clásicos universales y el conocerla aporta cultura general, sino también por los hermosos mensajes que nos transmite y la manera tan fuerte en la que Edmond lo hace. A través de hermosos versos y una historia sencilla, el autor es capaz de conmover y hacer reflexionar al lector.
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