Autor: María Vallejo-Nágera
Páginas: 247
Tapa: Blanda
Editor: Planeta Fábula
Clara Esteban ostenta un importante puesto en una prestigiosa revista de moda en Londres. Su trabajo la lleva a cubrir eventos tan importantes como la famosa semana de la moda. Es en este donde conoce a George, un reportero americano con quien tiene una noche íntima. A la mañana siguiente, ella estalla en llanto a causa de un dolor que lleva cargando de su pasado, cuando aún vivía en España. Él debe marchar en unos días a Bosnia, para hacer un reportaje acerca de los estragos que la guerra ha dejado en el país y la convence para que lo acompañe y así vea que el mundo es más que la pequeña esfera en la que ella vive.
Una vez en Bosnia, Clara contempla por primera vez lo que es la desolación, el hambre, el odio, el rencor, el resentimiento, la desconfianza, la miseria, en fin, las secuelas que la bestia de la guerra deja por allí donde pasa. Por las ciudades y pueblos por los que va pasando, va experimentando muchas vivencias y también conoce gente muy valiosa, seres completamente altruistas dedicados en cuerpo y alma a ayudar a todos los que han resultado damnificados. En su viaje, se entera de que en un pueblecito llamado Medjugorge, se ha aparecido la Virgen María, y una vez allí consigue entrevistarse con dos de las videntes.
El Castigo de los Ángeles es una de las muchas obras que consta en el haber de María Vallejo-Nágera. Como en todos sus libros, su estilo es tan ameno y ligero que más que leer tienes la sensación de que estás en una cafetería conversando con una amiga y esta te relata alguna de sus aventuras.
La novela empieza narrada en primera persona por Clara, pero durante el viaje a Bosnia el estilo se convierte en epistolar y la narración continúa a través de cartas que la protagonista envía a través de Fax a su amiga Grace, que también trabaja en la revista. María nos ofrece a lo largo de la novela descripciones muy detalladas, que, sin mostrarnos detalles macabros, nos dibuja claramente la desolación que vivía Bosnia tras haber sufrido una cruenta guerra. A través de sus páginas vamos conociendo también los efectos psicológicos que quedaron en los sobrevivientes.
La autora al final del libro nos comenta que todos los personajes, a excepción de Clara y George son reales, pero a algunos se les ha cambiado el nombre por cuestiones de privacidad. Es así como vamos conociendo a algunas personas que han quedado definitivamente marcadas, a otras qua han sido consumidas por el resentimiento, algunas con secuelas físicas y a otras tantas cuyo amor por la humanidad es tan grande que han decidido dar todo para ayudar a los que han resultado desfavorecidos.
Sin embargo, el personaje de Clara no me gustó, me pareció muy banal, frívola y en muchas ocasiones tonta. Probablemente era la intención de la autora transmitirnos a una protagonista que experimenta una especie de viaje iniciático, una transformación profunda, que pasa de ser alguien superficial y atormentada a convertirse en una persona arrepentida que desea alcanzar la redención y acercarse a Dios.
Poco a poco vamos viendo a lo largo del viaje de Clara los efectos del odio, de la incomprensión, la intolerancia, los recelos entre personas de distintas religiones. Algo que me pareció muy interesante es que María en el libro nos habla de las apariciones de la Virgen en Medjugorge y de algunas cosas que les transmitió a los videntes. Una de ellas, fue que diez años antes de que estallara la guerra, la Madre de Dios había avisado que ocurriría, pero casi nadie hizo caso. Nos cuenta también el acoso y la persecución que sufrieron los videntes y aquellos que les creían.
En conclusión, me pareció un libro muy interesante y bueno, en primer lugar porque se ambienta en el escenario de la posguerra de Bosnia, de la que hay muy poca literatura. Me encantó que María no tuvo necesidad de describir escenas macabras o crueles para mostrarnos los efectos de la devastación. En definitiva es un libro que nos lleva a la reflexión acerca de los horrores de la guerra. Libros como este deben ser leídos, para que eventos tan horribles no vuelvan a suceder, para que las personas seamos conscientes del horror y que solo así, luchemos todos por la paz.