Autor: Robin Forsythe
Páginas: 152
Tapa: Blanda
Editor: Sherlock Editores
En el pueblo de Yarham, ubicado en la región de Suffolk, Inglaterra, transcurría una cálida y apacible noche de verano. Reunidos en el gran estudio de la mansión Old Hall Farm, llevaban a cabo una sesión espiritista Sir John Thurlow y su sobrina de veinte años Eileen Thurlow, en la que consiguen escuchar una misteriosa música de órgano, cuyo origen la joven atribuye al más allá.
Al día siguiente, la muchacha se entera de que su tío no ha pasado la noche en la mansión, aunque estaba preocupada, piensa que quizá Sir John tuvo que ausentarse por algún asunto. Esa misma mañana, recibe la visita de su pretendiente, Arthur Orton, un joven y rico granjero que alquila una propiedad perteneciente a Thurlow. Será este hombre quien la aconseje que espere hasta la siguiente jornada y en caso de que el caballero no haya regresado, de aviso a las autoridades.
No fue necesario esperar ya que mientras Eileen charlaba con Arthur, Ephraim Noy, otro granjero de la localidad, avisó a la policía que había encontrado dos cadáveres en el campo de Cobbler’s Corner. Uno de los cuerpos pertenecía a Sir John y el otro a Clarry Martins, un joven del lugar que había desaparecido hacía tres días. La policía piensa que la muerte se debió a un enfrentamiento entre ambos y Eileen Thurlow está convencida de que el asesino de su tío es un fantasma.
Al enterarse de la noticia, Anthony “Algernon” Vereker, un artista que en sus ratos libres funge como detective amateur y que en ese momento estaba de visita en el pueblo decide investigar el caso y le pide a su amigo Manuel Ricardo “Ricky” que acuda cuanto antes a la localidad. Al mismo tiempo, Scotland Yard envía al inspector Heather a investigar y los dos detectives deciden hacer una apuesta para ver quien resuelve el intrincado misterio.
El misterio del asesino del más allá fue escrita por Robin Forsythe y publicada por primera vez en 1936, la cual Sherlock Editores rescata en junto a otros clásicos del misterio. Con la lectura de este libro es imposible no acordarnos de los grandes de la novela de misterio como son Arthur Conan Doyle o Agatha Christie.
Esta novela evoca un misterio que en apariencia resulta imposible resolver, ya que algunas pruebas apuntan a episodios paranormales y a un culpable que no pertenece a este mundo. Sin embargo tanto Vereker como Heather descartan estas hipótesis considerándolas simplemente supercherías y están convencidos de que el asesino es de carne y hueso, ¿estarán en lo cierto?
Valiéndose de un estilo muy ameno y ágil Robin nos entrega una novela muy entretenida, estructurada en capítulos cortos y con abundantes diálogos, lo que hace que la lectura fluya de manera muy rápida. Esta historia forma parte de aquellas novelas de misterio que tan populares fueron en las primeras décadas del siglo pasado. Se trata de una de esas historias de detectives de la vieja escuela en la que valiéndose de su intelecto y del poder de la deducción, muy al estilo de Sherlock Holmes, los detectives deberán resolver el enigma.
La ambientación está muy bien lograda y nos vamos a encontrar con elementos que son arquetípicos en esta clase de novelas como son las grandes mansiones, los pasadizos secretos, las muertes en extrañas circunstancias, pistas desconcertantes y una amplia galería de sospechosos. Desde que inicia la novela hasta el final, mismo que queda bien cerrado y sin cabos sueltos, el misterio se palpa en cada página y la historia nos sorprende con un pequeño giro inesperado.
Con respecto a los personajes, todos resultan maravillosos y cada uno sigue su línea. El autor no profundiza mucho en ellos, pero tampoco es necesario para resolver el misterio que nos atañe. Por un lado tenemos a Eileen, una muchacha ingenia, que cree fervientemente en las doctrinas espiritistas y que está convencida de que el asesino de su tío es un fantasma vengativo. Por otra parte, se encuentran Heather y Vereker, que representan la voz de la razón y el sentido común.
Con respecto a los detectives he de decir que ambos me gustaron mucho, especialmente Algernon, con ese sentido del humor tan particular que posee. Me encantó esa camaradería y rivalidad que ambos mantienen para resolver el misterio, ya que una de las reglas en la apuesta es que deben compartir las pistas mutuamente.
Pero si hablamos de personajes pintorescos, el gran premio se lo lleva Manuel Ricardo, con esa personalidad de Casanova y de hombre interesado en las diversiones y el dinero. Además, a lo largo de la novela nos va soltando puntazos muy buenos con los que el lector se va a echar unas cuantas risas.
En definitiva, si eres de los que disfrutan de una buena novela policiaca en la que el misterio y el humor estén asegurados, entonces, no te puedes perder este libro. También lo recomiendo muchísimo a todos los que habéis disfrutado con las aventuras de detectives de la vieja escuela como Sherlock Holmes o Hércules Poirot. También es una muy buena apuesta para todos los que deseen iniciarse en el género o simplemente busquen una novela entretenida en la cual poner en práctica sus habilidades de deducción.
Por último, solo me queda agradecer a Sherlock Editores el haber hecho posible que pudiese conocer a este maravilloso autor y esta fantástica novela, que por cierto, forma parte de una saga, que tengo que leer sí o sí. Gracias por haber hecho posible el que haya podido disfrutar de una maravillosa novela que me tuvo desde el principio elucubrando teorías y haciendo hipótesis, algunas terrenales y otras no tanto.
Y si esta reseña te ha gustado y quieres saber si el asesino pertenece al mundo de los vivos o al de los muertos, solamente haz click aquí, donde también encontrarás grandes clásicos de la novela de misterio.