Autor: H. G. Wells
Páginas: 168
Tapa: Dura
Editor: CIL
Edward Prendick un caballero inglés de clase alta viajaba en el buque Lady Vain cuando este naufragó. Quiso el destino que no pereciera y quedó a la deriva en un bote salvavidas junto a otros dos hombres. La soledad, la desesperación y el hambre provocaron que los acompañantes del de nuestro protagonista perecieran, quedando él como único náufrago.
Cuando parecía que todo estaba perdido, apareció el barco Ipecacuanha, en el que viajaba el Doctor Montgomery, que fue quien le salvó la vida. A Edward le llamó mucho la atención que el navío estuviese cargado de animales, entre ellos un puma, a lo que el médico le explicó que eran de su propiedad y los llevaba a una isla remota en la que él trabajaba.
Tras unos altercados en el Ipecacuanha, Montgomery descendió con su cargamento en la isla y Edward fue abandonado en un bote en el mar, ya que los tripulantes se negaron a llevarlo. Apiadándose de él, el galeno lo rescata y lo lleva a la isla, donde a regañadientes, se le acoge. Allí conoce al Doctor Moreau, nombre que en primer momento le resulta familiar al inglés.
Moreau instala a Edward en una habitación exterior al complejo en el que vivían, pero hasta su estancia llegaban horribles gemidos de dolor, que más tarde sabría que pertenecían al puma, que estaba siendo víctima de un experimento. Temiendo que los doctores quisieran hacerle daño, Prendick escapa y empieza a recorrer la isla, así es como descubre a unas extrañas criaturas con formas humanoides y rasgos animales.
En su huída consigue llegar a un lugar apartado en la isla, en el que había varias chozas, en ellas vivían las extrañas criaturas, que le explicaron que habían sido creaciones del doctor Moreau y que para poder convivir en paz debían respetar “La Ley”, misma que recitaban con frecuencia para que no fuese olvidada.
Edward vuelve a las instalaciones de Moreau y será este quien le explique que había tenido que irse a la isla cuando un periodista encubierto denunció sus experimentos con animales. Desde entonces, se dedica a “perfeccionar” sus trabajos y fue así como creó a algunos híbridos entre dos animales y a otros, a través de la vivisección, les otorgó características humanas.
Su objetivo era crear una nueva sociedad hecha con animales humanizados. Sin embargo, algo estaba fallando, ya que las criaturas estaban volviendo a su estado primigenio y eran sus instintos los que dominaban, olvidando “La Ley”. Llegará un momento en el que la situación se complique y Edward tendrá que tomar algunas decisiones importantes, si quiere sobrevivir en medio del horror y el caos.
La novela comienza con un prólogo escrito por el sobrino de Edward Prendick que afirma que el relato lo había extraído de las notas que su tío había dejado tras sus vivencias en la isla del doctor Moreau. Está dividida en capítulos cortos que hacen fácil la lectura y el estilo del autor es sencillo y comprensible.
La historia que relata el autor es muy dura, ya que se centra en la experimentación con animales y en algunos momentos de la lectura puede dejar mal cuerpo, principalmente en fragmentos que describen el sufrimiento al que se ven expuestos. La novela de H. G. Wells es una dura crítica a la crueldad y el maltrato animal y a la responsabilidad de los científicos y los límites éticos de la ciencia, que en muchas ocasiones parece no conocer límites. Muchas veces hemos escuchado de ciertos experimentos que nos hacen pensar en que a veces el ser humano pretende ser Dios y la ética es dejada de lado, en gran cantidad de ocasiones, con objetivos mezquinos.
La novela fue escrita en el siglo XIX, en una época en la que los avances científicos asombraban a la sociedad y provocaban fuertes debates en las tertulias. Cuando vio la luz, fue tildada de morbosa y sensacionalista, porque es verdad, que aborda esta temática con brutalidad y crudeza y actualmente se la considera como una de sus novelas más oscuras. Como os dije antes, algunas partes dejan en el lector sentimientos de desazón y sobrecogimiento.
Fijaros en la paradoja que nos plantea el libro: mientras Moreau trata de humanizar a animales a través de crueles cirugías es él quien se va deshumanizando convirtiéndose en un ser miserable impío y cruel, dispuesto a traspasar cualquier línea para lograr sus objetivos. Es un hombre ambicioso y egoísta que juega a ser Dios y trata de alterar la naturaleza de esas pobres criaturas.
Pero sus experimentos terminarán fracasando, ya que le instinto animal y la esencia primigenia de ellos al final se impondrá sobre el experimento y sobre ”la Ley”. Terminará venciendo la naturaleza sobre el hombre y demostrando que la creación no puede ser alterada, por más que se intente.
Es un libro que recomiendo leer para generar conciencia en cuanto al tema de los avances científicos y los límites éticos que deben establecerse. Es correcto avanzar y progresar, pero hay ciertas líneas que no deben ser traspasadas. Al final, la pregunta más importante que podemos hacernos tras finalizar la lectura es ¿Quién es el verdadero monstruo, el creador o sus criaturas? Yo lo tengo muy claro.
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