Autor: George Eliot
Páginas: 115
Tapa: Blanda
Editor: Alba editorial
Colección: La mujer y el amor
“Pero no existe tiranía más completa que la que ejerce un temperamento egocéntrico y negativo sobre otro morbosamente sensible que ansía simpatía y apoyo a perpetuidad”.
Latimer es un hombre infeliz, que al verse enfermo de angina de pecho decide escribir la historia de su vida. Gracias a un extraño don, él sabe la fecha y hora exacta en la que va a morir y también las circunstancias en las que se producirá su deceso. Desde su más tierna infancia ha sido un alma muy sensible, amante de las artes y la naturaleza, con un espíritu poético que buscaba el recogimiento y la tranquilidad. Solamente su madre sabía entenderlo y lo amaba, pero trágicamente ella falleció cuando era pequeño.
Tras perder a su madre, Latimer queda a cargo de su padre, un hombre de rígido carácter y amante del orden que ve a su vástago como un joven débil y apocado, por lo que pone sus esperanzas y herencia en su otro hijo, más parecido a él. Un episodio en la vida de Latimer hará que despierte el don de clarividencia que le permitirá tener visiones de acontecimientos futuros que van a producirse.
Por si fuera poco, también desarrolla la capacidad de poder penetrar en la mente de las personas, lo que le permite conocerlas tal cual son. Solamente una mujer se resiste a esta inspección, se trata de Bertha Grant, la prometida de su hermano con quien Latimer desarrollará una extraña amistad.
Un buen día, una de estas terribles visiones asaltó al joven. En ella se veía a si mismo casado con Bertha y enfrascado en un matrimonio infeliz. Tiempo después, aquella extraña visión se hizo realidad. Se había casado enamorado de ella, pero las cosas en la pareja no iban bien. Una serie de acontecimientos harán que Latimer se vea envuelto en una espiral de dolor y que horribles secretos salgan a la luz.
Mary Ann Evans, que firmaba con el pseudónimo de George Eliot, escribió “El velo alzado” en 1859, pero fue publicada dos décadas más tarde debido al desconcierto que la historia causó entre sus editores por la temática que trataba y no era usual en aquella época. La novela ha sido catalogada por muchos como una mezcla de gótico con romanticismo y aunque efectivamente tiene algunos tintes del gótico, carece de muchos elementos que podrían enmarcarla en este género.
La obra está dividida en dos capítulos que se leen muy rápido ya que la historia engancha al lector desde las primeras páginas con un inicio trepidante. Está narrada con una prosa elocuente y culta y con una riqueza de léxico exquisita en la que Mary Ann a través de algunas pinceladas nos da señales de su amplio bagaje cultural. En la historia predomina la narrativa ante el diálogo con descripciones muy bien realizadas en las que la autora trabaja con una gran maestría una temática difícil y nada usual para la época, manteniendo un hilo que en ningún momento decae.
Mary Ann maneja muy bien los elementos para jugar con la opinión del lector con respecto a los personajes, los cuales están muy bien perfilados. De manera impresionante, ella traza unos personajes con gran maestría en los que aborda la psicología y al mismo tiempo indaga en los aspectos más oscuros del alma humana.
Es una novela exquisitamente desarrollada en la que la soledad, el desencuentro, la maldad y la fuerza del amor son los elementos constantes. Cargada de tensión dramática e intriga es a la vez una sutil crítica a la educación de la época en la que no se ponía atención al estado emocional de las personas. Una obra que deja mucho a la reflexión, en cuanto a la temática y las actitudes que van tomando los personajes. Por momentos es frecuente preguntarse si Latimer sabía que Bertha le haría daño ¿por qué se casó con ella?
Conforme se avanza en la lectura es imposible no pensar en lo duro que puede ser tener la capacidad de poder penetrar en la mente de las personas y saber cómo son en realidad, algo que el protagonista lleva como una cruz ya que se lleva varios desengaños y al mismo tiempo tiene que convivir con gente que no le aprecia y él puede leerlo como en un libro abierto. En definitiva, es un clásico que debe leerse y quizás darle un poco más de visibilidad, puesto que no mucha gente conoce a esta autora y su magnífica obra.
“Hasta el espíritu más independiente tiende a valorar en exceso la opinión de una persona silenciosa, y le produce una satisfacción adicional lograr el respeto de un crítico de ordinario censor y crítico.”
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