Autor: Frances Hodgson Burnett
Páginas: 350
Tapa: Dura
Editor: Círculo de Lectores
“El amor ahuyenta al temor, y el agradecimiento desmorona el orgullo”
Mary Lennox es una niña de 9 años que vive en una suntuosa mansión en la India. Es muy delgada y tiene un aspecto enfermizo, además su carácter es muy agrio, siempre está malhumorada y es caprichosa, egoísta y detesta a la gente. De su cuidado se ocupan su aya y varios sirvientes que cumplen hasta el más mínimo de sus caprichos. Su padre, el Señor Lennox, es un funcionario del gobierno británico en el país y a causa de sus múltiples ocupaciones no tiene tiempo para la niña. Su madre, la Señora Lennox, es una mujer fría y vana que no quiere a su hija y sus únicos intereses son mantenerse hermosa y la vida en sociedad.
La vida de Mary transcurre monótona y aburrida, rodeada de todos los lujos y caprichos, pero en soledad. Un aciago día llegó al país una terrible epidemia de cólera que se cobró la vida del matrimonio Lennox junto con las de la mayoría de la servidumbre. Los pocos que no se contagiaron huyeron sin acordarse siquiera de la niña, que se quedó completamente sola en una enorme mansión.
Fueron unos oficiales que entraron en la vivienda en busca de sobrevivientes los que encontraron a la pequeña. Como se había quedado huérfana, su tío Archibald Craven decide hacerse cargo de ella, por lo que es enviada a Inglaterra, donde vivirá en Misselthwaite, una impresionante residencia. El ama de llaves de la casa, la Sra. Medlock, no tolera a la niña y por ello encomienda su cuidado a la joven mucama Martha Sowerby.
Para Martha resulta complicado hacerse cargo de una niña tan amargada y déspota, pero su carácter jovial y alegre hará que esa barrera se vaya rompiendo poco a poco. Lo que más sorprende a la mucama es que Mary no sea capaz de hacer nada por sí misma, ni siquiera vestirse, por ello la anima a que aprenda a valerse sola y a que salga a jugar al jardín, ya que el aire fresco le vendrá bien para mejorar su salud.
En los ratos que pasan juntas, Martha le habla a Mary sobre su madre, Susan Sowerby, una mujer dulce y sabia y de su hermano Dickon, un chico muy especial que tiene el don de comunicarse con los animales. La fascinación de la niña hacia la familia de su mucama le provoca un intenso deseo de conocerles.
Al final Mary hace caso del consejo de Martha y empieza a pasear por los jardines, donde conoce a Benjamin (Ben) Weatherstaff, el jardinero y al mejor amigo de este, un simpático petirrojo, que también se hará amigo de la niña. Será este pajarito el que la lleve a descubrir un jardín oculto y olvidado. Con la ayuda de Martha, Mary y Dickon se harán amigos y juntos comenzarán el proyecto de devolver la belleza a aquel pequeño jardín olvidado.
Al mismo tiempo, la niña descubrirá que en la mansión vive su primo Colin, un niño enfermo, amargado y tiránico. Con el pasar de los días, el jardín va recobrando su belleza y la amistad entre los tres chicos se hará cada vez más estrecha. Será la magia del jardín y la sabiduría y bondad de Susan Sowerby las que operen un auténtico milagro los habitantes de Misselthwaite.
El Jardín Secreto es una novela corta estructurada en capítulos breves con una narración muy bonita e inteligente. Frances Hodgson Burnett tiene un estilo muy ágil y ameno cuyas elaboradas descripciones permiten recrear en la imaginación los entornos y situaciones que plantea la historia. Con respecto a los personajes, podemos ver que la autora los traza con una gran habilidad, haciendo que todos en mayor o menor medida evolucionen y experimenten cambios, para volverse entrañables e inolvidables.
En la trama podemos notar una denuncia velada al abandono parental y los estragos que esta provoca en las frágiles almas de los niños. La obra gira principalmente en torno al gran valor de la amistad verdadera, esa que es capaz de ser una salvaguarda contra la ira, el dolor y la soledad y ofrecer un remanso de alegría y paz.
Es preciosa la alegoría que hace la autora del jardín y de los niños, conforme el lugar va recuperando su belleza y esplendor, los pequeños no solo van sanando sus enfermos cuerpos, sino también sus entristecidas almas. Así como ellos fungen de jardineros, de artífices que devuelven la vida a un lugar olvidado, serán los Sowerby los que actuen como salvadores de Martha y Colin, dos espíritus que habían caído en el pozo de la soledad y la amargura.
Es una novela preciosa y apta para todo tipo de público, un libro que niños y adultos disfrutarán de diferente manera y del que cada quien sacará su lectura personal así como hermosas lecciones de vida y muchas importantes reflexiones. En definitiva, una obra con un trasfondo rico en matices profundas y madurez que encandila al lector desde la primera página hasta el precioso final.
“Donde plantes una rosa, hijo mío, no padrá crecer un cardo”.
En este enlace te dejo la reseña de otra maravillosa novela escrita por Frances: La Princesita.
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