Autor: John Polidori
Páginas: 92
Tapa: Blanda
Editor: Planeta
El joven Aubrey y su hermana se habían quedado huérfanos desde su más tierna infancia. Al ser herederos de una considerable fortuna, sus tutores se ocuparon con más ahínco de proteger el capital que a los hermanos. Aubrey era un muchacho de naturaleza romántica y muy confiado. Cuando cumplió la edad necesaria, el mozo ingresa en sociedad, donde es fuertemente acosado por madres de damas casaderas.
La adinerada vida social londinense sufre un notable cambio en cuanto aparece Lord Ruthven, un excéntrico y extraño millonario que provoca en los hombres fascinación y en las mujeres enamoramiento. El hombre de mirada misteriosa, desdeña a las mujeres cuya vida podría catalogarse como más liberal, para centrar sus atenciones en aquellas virtuosas e inocentes con el único fin de corromperlas y desprestigiarlas en sociedad.
Aubrey tampoco escaparía a los encantos del misterioso individuo y entabla una amistad con él. Poco después, emprenden un viaje juntos por Europa. En esta travesía, Aubrey descubre como Ruthven hace caridades a aquellos que llevan vida disoluta o utilizarán el dinero en vicios y desdeña cualquier ayuda a aquellos pobres de nobles intenciones.
Horrorizado Aubrey ante este promotor del vicio y la mezquindad decide abandonarlo y continuar su viaje solo. Es así como llega a Grecia, donde conoce a la linda joven Ianthe, de quien terminará enamorándose. En este país, el muchacho se entera de las leyendas acerca de la existencia de los vampiros, mismas que considera como supercherías.
Triste fue para Aubrey confirmar la veracidad de aquellos relatos que consideraba como fantasiosos al descubrir que su amada Ianthe fue víctima de uno de estos seres. Después de atar cabos, descubre que ese vampiro era Ruthven. Tras volverse a encontrar con el perverso lord, en el momento en que Aubrey creía que había sido el fin de este, el monstruo le hace jurar que no dirá nada acerca de su existencia hasta pasados un año y un día.
Muy deprimido el muchacho regresa a casa, donde es examinado por médicos que lo diagnostican como enfermo mental. Un año pasó el pobre muchacho en agónico sufrimiento a causa de la pérdida de su amada y de su juramento. Pero, el dolor será más fuerte con el regreso de Ruthven y lo que este monstruo había tramado en contra de él.
Este breve relato tuvo su origen en el verano de 1816 en la Villa Diodati, a orillas del lago Leman. 1816 fue conocido como el “año sin verano” ya que no hubo ni un solo día de calor y fuertes lluvias azotaron Europa. Para pasar la temporada, Lord Byron, decide invitar a sus amigos a esta villa. El grupo estaba formado por Mary Godwin (quién pasaría a la posteridad como Mary Sheley), su novio el poeta Percy Byssher Sheley, Claire Clairmont, hermanastra de Mary y John Polidori, médico personal de Byron.
La noche del 18 de Junio de 1816, el grupo de amigos se reunió ante el fuego a leer el Fantasmagoriana, una antología de relatos sobre aparecidos de origen alemán. En el transcurso de la velada, Lord Byron propuso a sus invitados que cada uno de ellos escribiera un relato de terror. Fue así, como durante ese verano surgieron los borradores de El Vampiro y de Frankenstein, obras que inmortalizaron a John Polidory y a Mary Sheley respectivamente.
Como os dije antes, el Vampiro se trata de un relato corto, mismo que se lee tranquilamente en una tarde. La historia quizá no os parezca novedosa o nada fuera del otro mundo, sin embargo, en el género de la literatura vampírica, es quizá una de las más importantes. Su importancia no solo radica en que fue Polidori el primero es escribir un relato de vampiros en lengua inglesa, sino también en que estableció el arquetipo que seguiría el vampiro dentro del género literario.
Gracias a Polidori, el vampiro del folclore, que era solo una criatura monstruosa, pasó a convertirse en un aristócrata de gran porte, misterioso, atractivo, capaz de hipnotizar y embelesar a cualquiera. Como bien sabréis, este arquetipo sigue vigente hasta nuestros días. De hecho, se cree que Bram Stoker, para crear al Conde Drácula, se inspiró en el relato de Polidori.
También debéis saber que Polidori se inspiró a su vez en Lord Byron para dar forma a su vampiro y en sí mismo para recrear a Aubrey. El nombre de Ruthven lo tomó del protagonista de la novela Glenarvon, escrita por Caroline Lamb, una antigua amante de Byron, en la que relata su relación con el noble. Con esto podemos deducir que el concepto que tenía John de su paciente no era el más idílico y también nos hace suponer que quizás había algún tipo de resentimiento por parte del médico hacia el poeta.
Con respecto al relato, os puedo decir que a mi me gusta bastante, es una trama muy bien desarrollada con un final un poco turbio. Los personajes están definidos y siguen su línea, aunque, por ser un relato corto, no se puede pedir un desarrollo y una evolución muy notables.
Si os gusta la literatura vampírica, os lo recomiendo mucho por dos razones: la primera por ser la obra que sentó las bases de la literatura vampírica que conocemos y que ha sido muy fructífera en estos dos siglos que lleva existiendo. La segunda como un homenaje a aquel gracias a quien nosotros actualmente disfrutamos de las historias acerca de estas criaturas de la noche. Gracias al arquetipo craedo por Polidori, hemos podido deleitarnos con personajes como el Dracula de Stoker, o Lestat de Lioncurt de Anne Rice.
Pos desgracia, Polidori se suicidó muy joven, creyendo que su intento de incursión en el mundo de las letras había sido un fracaso, pero seguramente que donde se encuentre ahora, puede ver la gran contribución que ha hecho a la literatura universal y el gran reconocimiento que su obra ha tenido y tendrá durante generaciones.