Páginas: 367
Tapa: Blanda
Editor: Obscura
Desde que ocurrió aquel desafortunado incidente, las cosas a Daniel Lonces no le han ido nada bien. Ha pasado de ser un escritor famoso con buena posición económica a convertirse en un hombre discapacitado que sobrevive gracias a una ayuda social. Tiene suerte de contar con su hermana Marimar que le ayuda con las labores domésticas y con el cuidado de su pequeño hijo Víctor de tres años.
Un buen día, una admiradora llamada Sara contacta con Daniel por e-mail y poco a poco comienzan a mantener correspondencia. Ella le abre su corazón y le relata que es una mujer infeliz, casada con un maltratador y que su situación la ha llevado a intentar suicidarse en dos ocasiones. El escritor, guiado por la más nefasta mezquindad, consigue convencerla de que debe suicidarse. Sin embargo, todo parece indicar que ella no deseaba irse del todo, ya que ha vuelto de la muerte para visitar a Daniel.
Por otra parte, Alberto y Sofía deciden que sería una buena idea pasar unos días de vacaciones familiares lejos del ruido de la ciudad. Para esto, alquilan una casa rural ubicada en un pequeño pueblo, al que irán junto a sus hijos Paula y Martín y se llevarán también a Tralalá, una encantadora perrita de raza samoyedo, que es también parte de la familia.
Aunque el viaje pintaba bien, la mala suerte los perseguía, puesto que Alberto tuvo que volver a la ciudad por un problema severo que se había presentado en su trabajo. Aunque el hombre contaba con resolverlo rápido y estar de vuelta al día siguiente, las cosas se complican y no resultan conforme a lo planeado.
Mientras todos estos eventos se van desarrollando, en la sombra, un siniestro personaje al que llamaremos simplemente Dientes, está maquinando un perverso plan y ya tiene claros los pasos que debe seguir para llevarlo a cabo.
Serán una serie de desafortunados acontecimientos los que provoquen que Paula, Martín, Sofía y Tralalá coincidan con Daniel, Víctor y Marimar en una mansión abandonada que es conocida por los lugareños como La casa de los cien escalones. En este lugar, nuestros personajes llegarán a experimentar el terror más absoluto, mientras que los ecos del pasado resonarán con más fuerza, trayendo a la luz oscuros secretos.
La casa de los cien escalones es la más reciente novela de David Jasso, en la que nos trae de regreso a Daniel, Marimar y Víctor, después de haberlos conocido en La Silla. Aunque estos tres personajes figuran en la obra anterior, no es indispensable leerla puesto que ambas historias son completamente independientes. Eso sí, os la recomiendo mucho si tenéis ganas de una buena historia de terror.
En La casa de los cien escalones, David nos trae una historia sumamente inquietante que desde el principio consigue enganchar al lector y no soltarlo hasta llegar a un final que no dejará a nadie indiferente. Poco a poco y casi sin darnos cuenta, la exquisita pluma de David nos irá envolviendo, cual fino velo, en una atmósfera opresiva y angustiante, en la que no todo es lo que parece y que nos llevará a experimentar intensamente el miedo y el desconcierto.
El libro está estructurado en capítulos cortos y cada uno de ellos lleva por título el nombre del protagonista en torno al que gira ese apartado. Es así como conseguimos una visión panorámica y muy completa de la historia, desde la óptica de cada uno de los personajes, incluyendo a la adorable Tralalá, que me ha parecido un acierto el que David nos incluya también una visión de los acontecimientos desde el punto de vista de la perrita.
Todos los capítulos están relatados por un narrador omnisciente, a excepción de los protagonizados por Daniel y Dientes, que nos relatan los acontecimientos en primera persona. El autor sabe combinar muy bien prosa con diálogos, que, aunado a un estilo impecable y muy ameno consiguen que la lectura fluya de manera muy ágil y el libro se torne altamente adictivo.
Con respecto a los personajes os puedo contar que están muy bien perfilados, cada uno de ellos cuidado al detalle y siguiendo su línea. La mayoría poseen sus luces y sus sombras, algunos más oscuridad que otros, y aunque no a todos los conocemos en profundidad, si que nos mostrará un perfil muy completo con reacciones muy acordes a sus personalidad. Os comento que los que me robaron el corazón fueron Víctor y Tralalá, con esa dulzura e inocencia que solo las almas puras poseen.
Las descripciones que nos entrega David de cada uno de los escenarios en los que se va desarrollando la historia son simplemente magníficas. Hablamos de descripciones prolíficas que en ningún momento caen en lo pesado o aburrido. Tan bien logradas están que podemos sentir que estamos viajando en un coche familiar o siendo espectadores silenciosos de lo que ocurre en el salón de La casa de los cien escalones.
El libro aborda temas muy importantes, que desgraciadamente son males que afectan a nuestra sociedad. El primero de ellos es el suicidio, del que, en ningún momento hace apología, todo lo contrario. Realiza también muy buen trabajo en la manera de exponer el bullying en los colegios, y la manera en la que nos lo muestra mediante la perspectiva de una víctima de diez años resulta realmente sobrecogedor. A través de la visión del pequeño, conoceremos sus miedos, sus inquietudes, la angustia que experimenta solo con pensar en regresar al colegio, lo solo que cree sentirse y la desesperación que lo motiva a pensar en quitarse la vida.
Resulta muy inquietante pensar que detrás de las caritas sonrosadas y los ojitos alegres de algunos niños subyacen auténticos monstruos. Pequeños tiranos perversos que no miden las consecuencias de sus actos ni les importa el daño que pueden hacer a un semejante. Esto, aunado a otros episodios en la novela, nos lleva a preguntarnos en algún momento de la lectura ¿qué es lo que nos produce más miedo: la mezquindad humana o los seres que vuelven del más allá?
Para finalizar, quiero agradecer a Obscura Editorial la oportunidad de haber podido disfrutar de esta magnífica historia. No me quiero marchar sin recomendar encarecidamente este libro a todos aquellos amantes del género de terror psicológico y paranormal y a quienes busquen una historia diferente y novedosa que no les deje indiferentes y que los invite a hacer profundas reflexiones. Si os ha gustado mi reseña y queréis traspasar el umbral de La casa de los cien escalones, estáis a un click de conseguirlo.
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