Autor: Stephen King (bajo el pseudónimo de Richard Bachman)
Páginas: 147
Tapa: Blanda
Editor: Martínez Roca
“Puedes tomar la medida a todo el mundo si cuentas con un palo suficientemente grande.”
Charles (Charlie) Everett Decker estudia en Placerville High School en la ciudad ficticia de Placerville, Maine. Aquel día parecía que sería como todos los demás, hasta que el director, el Señor Denver, le pide que se presente en su oficina para discutir un incidente ocurrido hacía unos meses cuando casi mata a su profesor de química, el Señor Carlson, al golpearle en la cabeza con una llave inglesa. El estudiante reacciona mal y responde con insultos, por lo que es expulsado del colegio.
Furioso, sale de la oficina del director y se dirige a su taquilla, en la que tenía guardada una pistola que era de su padre, la coge e inmediatamente prende fuego a sus libros y sus pertenencias dentro del locker y vuelve al aula en la que estaba antes del llamado. Al llegar, dispara a su profesora Jane Underwood, que muere al instante e inmediatamente toma como rehenes a sus compañeros de clase.
Mientras tanto, el incendio había hecho sonar las alarmas y los estudiantes son evacuados del recinto. Al ver que del aula en la que estaban Charlie y sus compañeros no sale ningún alumno, el profesor Vence entra para evacuarlos y en ese instante Decker utiliza su arma para asesinarlo. El fuego no tuvo consecuencias graves y ante el secuestro de una clase entera, poco tardaron en llegar policías y periodistas.
Al principio, en el interior del salón surgieron la confusión y el miedo, pero poco tardaron los estudiantes en desarrollar una especie de síndrome de Estocolmo. Durante el tiempo que los tuvo retenidos, Charlie les contó varias vivencias de su pasado, sumido en una familia disfuncional y también provocó que muchos estudiantes relataran algunos de sus secretos. Fueron varias las experiencias de los estudiantes, incluidas las del captor, las que tuvieron que ver con el sexo.
Tras algunas horas de encierro, los estudiantes desarrollaron una extraña empatía y simpatía hacia Charlie, quien consiguió manipularlos para que desataran una ira colectiva contra uno de sus compañeros, Ted Jones, a quien Decker consideraba un enemigo que se manifiesta abiertamente contra su voluntad.
Rabia fue un libro escrito por Stephen King bajo el pseudónimo de Richard Bachman, y publicada en 1977, pero por deseo explícito de su autor se ha dejado de imprimir, debido a que se cree que pudo inspirar unos tiroteos acaecidos en algunos colegios en Estados Unidos.
Es una historia corta que se lee bastante rápido en la que el escritor a través de sus páginas va desgranando poco a poco una trama de terror psicológico que mantiene en tensión al lector en todo momento hasta llegar a un final que no deja indiferente a nadie. Los personajes están muy bien perfilados y a lo largo de la lectura podemos ir conociéndolos bastante.
Encontramos en Charlie, una capacidad asombrosa para manipular a su compañeros, primero para que hagan confidencias íntimas y después, para guiarlos en el odio colectivo contra su némesis, generando en ellos simpatía en vez de aversión o miedo, que sería lo normal.
Como el libro está escrito en primera persona, conocemos los acontecimientos únicamente desde la perspectiva de su protagonista, aunque define bastante bien las reacciones y sensaciones de su antagonista, por quien resulta bastante fácil apenarse.
Me gustó mucho la historia, porque nos muestra un lado muy oscuro de la mente humana, podemos ver lo que ocurre con individuos llevados al límite o en situaciones de mucha tensión. También resulta muy interesante como las personas pueden reaccionar cuando surge la figura de un “líder” que les ordene que hacer y a quién dirigir su odio aunque este mismo “líder” les esté haciendo daño, y lo hemos visto en infinidad de ocasiones en la historia de la humanidad.
El libro me recordó mucho a la novela escrita por William Golding que lleva por título El señor de las moscas, en la que un grupo de niños quedaban abandonados en una isla desierta y en la que por ausencia de leyes y autoridad se someten a un líder tirano, situación similar a la que ocurre en Rabia. Es una muy buena lectura que nos abre a muchas reflexiones, pero a mi parecer, la principal es la capacidad de algunos para la manipulación y la sumisión de las mayorías aunque sepan que aquello a lo que se someten no es lo correcto.
¿Te gustan las historias retorcidas? Entonces te recomiendo la bilogía amor/cordura de Javier Castillo. En este enlace te dejo la reseña del primer libro.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario