Páginas: 154
Tapa: Blanda
Editor: Ediciones Arcanas
“No hay objeto de estudio más digno del hombre que el hombre mismo.”
El doctor en medicina John H. Watson acababa de regresar a Inglaterra como Oficial Retirado del Cuerpo de Sanidad tras haber servido a su país en algunos frentes bélicos. Una vez en Londres, necesitaba encontrar una vivienda cuyo alquiler fuese económico. Gracias a la Providencia, un conocido del galeno le ofreció la posibilidad de compartir una estancia con un hombre llamado Sherlock Holmes. En cuanto fueron hechas las presentaciones, el galeno y el caballero llegaron al acuerdo de que lo más conveniente y favorable para ambos era compartir domicilio y fue así como se instalaron en el 221 B de la calle Baker Street.
Al poco tiempo de estar instalados en su nuevo hogar, Sherlock recibe la visita de los inspectores de Scotland Yard Gregson y Lestrade para pedirle que acuda a la escena de un crimen que al parecer resulta un tanto extraño. Holmes accede a la petición e invita a su nuevo compañero de vivienda que le acompañe.
En una casa abandonada en los suburbios de la ciudad, yacía sin vida el cuerpo de Enoch Drebber, sin signos de violencia ni heridas causadas por arma. Tras haber inspeccionado la escena, Holmes valiéndose de su amplia capacidad deductiva derriba las hipótesis formuladas por sus compañeros y les brinda importantes claves para ponerlos sobre la pista del asesino.
Por su parte, Sherlock y Watson continúan por su cuenta con las pesquisas, mientras los inspectores se encuentran sumidos en un bucle que no parece llevarlos a la resolución del caso. Para complicar más las cosas, Lestrade llega con la noticia de un segundo homicidio; esta vez se trataba de Joseph Stangerson, quien había sido asesinado de una puñalada en la habitación del hotel en el que se hospedada. A partir de ese momento, Holmes pondrá en acción toda su capacidad de análisis y sus recursos para resolver este extraño caso al que él mismo nombró como Estudio en Escarlata.
Estudio en Escarlata es la primera de una larga serie de novelas protagonizadas por el detective Sherlock Holmes y su amigo el doctor John Watson, a la que posteriormente le seguirán grandes historias como El sabueso de los Baskerville. En este libro vamos a conocer los orígenes de la amistad y el binomio que ambos formaron y la manera en la que el galeno despierta su admiración hacia las capacidades deductivas y analíticas de su compañero.
Desde las primeras páginas, Arthur Conan Doyle consigue atraparte y engancharte en la lectura, no solo por el enigma que se intenta desvelar, sino también por la curiosidad que despierta saber la manera en la que Holmes llega a semejantes conclusiones. Soy una lectora asidua de novelas de misterio y de thriller, pero estas historias de detectives de la vieja escuela tienen para mí un encanto especial, ya que a través de la lógica y el pensamiento crítico se consigue desenmarañar la madeja que se monta en torno a los casos a resolver.
Conan Doyle a través de una pluma magistral que resulta muy fluida y ágil consigue meterte de lleno en la trama y a través de excelentes descripciones en las que ninguna palabra sobra, consigue hacer que en la imaginación te sitúes en cada uno de los escenarios que forman parte de la novela.
En esta primera entrega del detective más famoso del mundo, empezamos a conocer la personalidad de nuestros protagonistas, siempre relatado todo a través de la perspectiva de Watson, quien deja plasmados en su diario todos los detalles y circunstancias, tanto personales como referentes al caso a investigar.
En este libro me gustaron muchísimo los primeros capítulos de la segunda parte; en ellos se remonta al pasado de la vida del asesino. Conforme vamos conociendo su historia, comprendemos también su motivación para llevar a cabo los homicidios.
Me ha gustado también que en la novela Conan Doyle hace una potente crítica hacia aquellos que se arrogan méritos ajenos sin sentir el mínimo atisbo de vergüenza, ni que ello les produzca siquiera un ligero sonrojo. También me ha deleitado la manera en la que realza la virtud de la humildad y ensalza a aquellos que sabedores de sus capacidades y hazañas no necesitan de la alabanza ni la admiración ajenas. Estas cuestiones nos hacen pensar como incluso hoy en día, grandes genios, prodigios y personas muy inteligentes a veces son relegadas a las sombras, mientras que auténticos botarates son reconocidos sin merecerlo.
Otro aspecto que me ha gustado muchísimo en la novela es la reflexión a la que Conan Doyle nos induce en cuanto a la justicia y la venganza y la fina línea que divide ambas. Al terminar la lectura es imposible no preguntarnos qué tan legítimo resulta cobrar por mano propia una afrenta y qué haríamos nosotros si estuviésemos en el lugar del ofendido. La cuestión se vuelve más difícil si tenemos en cuenta la gran cantidad de ocasiones en las que la justicia demuestra estar más ciega que un topo y en otras tantas ni se la ve ni se la espera.
También hace una potente crítica al abuso del poder de quienes ostentan la dirigencia de ciertas organizaciones, así como el fanatismo y la locura a la que pueden inducir determinadas creencias. En definitiva es una novela idónea para todos aquellos que gusten de un buen misterio, con personajes bien perfilados e inteligentes y para quienes disfruten de los grandes clásicos. Por último solo quiero agradecer a Ediciones Arcanas el haber hecho posible el que haya disfrutado de esta maravilla de novela, y comentaros que la Editorial está sacando grandes clásicos con ediciones muy bien hechas y asequibles para todos los bolsillos. Y si tú, querido lector, también quieres sumergirte en el misterio que trae consigo el Estudio en Escarlata solamente tienes que pinchar aquí.
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Hola
ResponderBorrarLo que me ha gustado esta obra, no ´se cuantas veces he releído, para mi es un eterno sí
Un bes💕