Autor: Maria Parr
Páginas: 166
Tapa: Blanda
Editor: Nórdica
Ilustrador: Zuzanna Celej
“Cuando estás triste porque echas de menos a alguien, significa que quieres mucho a esa persona. Y querer a alguien es lo más bonitos que hay en el mundo. La gente a la que echamos de menos, la llevamos dentro de nosotros.”
En algún lugar de la costa noruega está emplazado un pueblo que lleva por nombre Terruño Mathilde. Pese a ser una localidad pequeña, no es por ello menos hermosa que otras, ya que se caracteriza por sus bonitas casas pintadas de vivos colores y porque sus habitantes son personas amables y alegres.
En una de las calles de este lugar se encuentra una gran casa de color naranja, en ella vive un pequeño de nueve años de nombre Theo, junto a sus padres, sus hermanos y su abuelo. Justo detrás de la vivienda hay un enorme seto que hace las veces de frontera con el hogar pintado de blanco que está enfrente en el que viven Lena y su madre.
Para Theo, Lena es su mejor amiga, aunque el chico no tiene muy claro si para ella él también lo es y esa incertidumbre le mortifica y lo hace sentirse un poco triste. En este particular binomio, la niña es intrépida, divertida y un tanto atolondrada, en contraparte el chico es la mente serena y que intenta tener buen juicio. Sin embargo, casi siempre se embarcan en peculiares aventuras (por lo general ideadas por Lena), que parecen estar destinadas a terminar en catástrofe.
Para Theo también es muy divertido pasar tiempo con su abuelo al que adora y de quien le gusta escuchar historias mientras juntos saborean deliciosos y calientitos gofres preparados por la tía abuela, otro de los miembros más queridos de la familia.
Para Lena, la vida con su madre también es divertida, aunque la pequeña por momentos echa en falta el tener un padre y se pregunta que se sentirá tener uno y para qué servirá. Como ella es una niña tan traviesa, por lo general está llena de raspaduras y moratones y las visitas del médico al hogar familiar son una constante, en especial, desde que el nuevo doctor llegó al pueblo.
Con Corazones de Gofre, Maria Parr nos entrega una novela corta muy bonita y entrañable y que le arrancará más de una sonrisa a cualquier lector. Las aventuras que protagonizan Theo y Lena resultan muy divertidas a la vez que atolondradas, con las que es imposible no soltar alguna carcajada, como en la ocasión en la que jugaron a intentar ser Noé y crear un arca.
Maria tiene una pluma muy cuidada y elegante con la que nos brinda unas descripciones del pueblo realmente maravillosas y por momentos es posible sentir que caminamos por cada una de las calles de Terruño Mathilde y que en silencio contemplamos todas esas ocasiones en las que este par de liantes se meten en algún berenjenal.
En cuanto a los personajes, los principales están muy bien perfilados y es muy fácil encariñarse con ellos, y los secundarios, pese a que no los conocemos tanto, también resultan muy simpáticos y cumplen muy bien con su función dentro de la trama.
He disfrutado muchísimo con cada una de las páginas de Corazones de Gofre, me ha parecido una novela tan bonita y tan entrañable a la vez que muy conmovedora. A lo largo de toda la historia, la autora ensalza valores muy positivos como la lealtad y pone en relieve la importancia de la amistad y de la familia, y nos muestra que en los momentos difíciles, nuestros allegados estarán allí para siempre tendernos la mano y brindarnos su apoyo.
Sin embargo, lo que más me ha gustado de este libro son dos enseñanzas muy bonitas y relevantes que nos deja, la primera de ellas es la importancia de decirle a nuestros seres queridos lo que significan para nosotros, porque a veces, no nos damos cuenta de lo que tenemos hasta que lo vemos partir. La segunda es el valor de nuestros mayores tanto en la familia como en la sociedad. Nuestros abuelos, que deberían ser eternos, y en muchos casos esos tíos abuelos, son pilares para nosotros, son los que siempre están dispuestos a dar cariño a manos llenas, aquellos a los que nunca les falta un consejo o un consuelo, los que siempre tienen las palabras adecuadas para cualquier momento y también esos guías repletos de una sabiduría que han alcanzado durante los años que han transitado por este mundo.
Corazones de gofre es un emocionante viaje a un bonito pueblo en el que vivirás aventuras inolvidables y te reirás a carcajadas con las ocurrencias de Lena y de Theo. Una travesía que te llevará a descubrir la importancia de un buen amigo y el valor de un abuelo. Es también un recorrido que te conmoverá con la pérdida de un ser amado y sin embargo te hará recordar que aquellos que marchan siguen viviendo en nuestros corazones y que siempre estarán presentes en el legado que nos dejaron. Es un libro que descubrirás entrañable y emotivo y que te va a dejar el corazón calientito y una amplia sonrisa. En definitiva, es un libro maravilloso, que hará las delicias tanto de niños como de adultos y que resulta ideal para leer en familia en estas noches frías de invierno.
Por último, solo me resta agradecer a la Editorial Nórdica el haberme enviado esta belleza de libro, cuya edición está sumamente cuidada y que además viene acompañado de preciosas ilustraciones a cargo de Zuzanna Celej. Y si tú también deseas embarcarte en esta aventura y conocer a Theo y a Lena, solamente haz click aquí.


No hay comentarios.:
Publicar un comentario