Autor: María Vallejo-Nágera
Páginas: 254
Tapa: Dura
Editor: Belacqva
“Con las terribles huellas de la guerra, comprendí que la tierra, y el hombre en ella, vive días de terrible inquietud, y que esta inquietud nace en los corazones sin Dios.”
Una joven periodista española recibe la propuesta de entrevistar a un peculiar personaje. Se trata de un monje benedictino que en una noche de invierno vivió un fenómeno sobrenatural que marcó su vida para siempre.
Albert Michael Wensbourgh había sido desde temprana edad un criminal peligroso. Los azares de la vida hicieron que la policía le capturase y fuese a dar con sus huesos en prisión para enfrentarse a una alta condena por varios delitos. Durante su vida penitenciaria transitó por varias prisiones de Inglaterra. Entre los convictos tenía la reputación de situarse entre los más violentos y peligrosos.
El hombre estaba lleno de odio, de ira, de deseos de venganza; su vida transcurría en la jungla carcelaria entre el consumo de drogas y de pornografía. Sin embargo, una fría noche de invierno, un fuerte golpe en el pecho lo despertó. Sobresaltado, en principio creyó que se trataba de algún prisionero buscando pelea, pero cuando fue plenamente consciente lo que vio lo dejó atónito.
Un Ángel estaba en su celda, efectivamente, uno de esos bellos seres celestiales había ido a visitar a Albert y a entregarle un mensaje del mismísimo Dios. La experiencia fue tan profunda, tan mística, tan especial, que Albert pasó de ser un criminal peligroso a convertirse en un místico lleno de piedad, bondad y amor hacia sus semejantes.
En cuanto salió de prisión, fue admitido en un convento de benedictinos en el que permaneció hasta su fallecimiento. Fue en ese sitio donde eligió a la periodista española para relatar su historia y que esta llegase a mucha gente. El objetivo de Albert era que las personas supieran que Dios existe y que es posible cambiar y redimirse.
La novela está basada en un caso real, de hecho, María Vallejo-Nájera fue la elegida por Albert para contar su historia, misma que me pareció impresionante. Con respecto a la autora, puedo deciros que me encanta el estilo que tiene esta mujer para escribir. Es tan ameno, tan didáctico y agradable que por momentos tuve la sensación de, que más que estar leyendo un libro, estaba tomando un café con una buena amiga que me relataba esta historia.
No os voy a negar que este libro me ha llegado hasta lo más profundo del alma y me ha dejado también muchísimas reflexiones, tan es así, que la noche en la que terminé la lectura, me costó conciliar el sueño y al día siguiente seguía dándole vueltas.
Es una historia que conmueve y sobrecoge, ya que el protagonista tuvo el valor de contar al mundo no solo su experiencia, sino también su pasado. Con el pasar de las páginas somos testigos de cómo una persona arrepentida y dispuesta a ayudar a otros, vence sus reservas y desnuda su alma ante una completa desconocida.
Sé bien que a muchos los temas religiosos no les interesan, en los tiempos que vivimos las personas ya no suelen creer y son escépticas a todo lo sobrenatural. Es más fácil para muchos creer en aquello que es visible y tangible que en aquello que no alcanzamos a comprender, aquellos episodios que sobrepasan por mucho, el entendimiento humano.
Sin embargo, creo que es bueno darle una oportunidad a este libro, para conocer de primera mano un fenómeno sobrenatural, que efectivamente le ocurrió a un hombre. Si rebuscamos en la historia, encontraremos muchos místicos que tras haber llevado una vida de perdición, se redimieron gracias a este tipo de experiencias.
Por último, solo deciros que disfruté mucho el libro y que ahora goza de un lugar privilegiado en mi estantería. Espero, que si os animáis a leerlo, lo disfrutéis tanto como yo o más y sobretodo, que os deje una bella enseñanza y muchas reflexiones, que, al final, es el mayor regalo que nos puede brindar un libro.
Porque tarde o temprano, duquesa, la maldad siempre, ¡SIEMPRE!, ¿lo oyes?, regresa. Y con una furia y venganza inimaginables.
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