Páginas: 309
Tapa: Blanda
Editor: Cosecha Negra
Cuando se despertó y vio todas esas llamadas perdidas en su teléfono móvil, Angelique, la joven policía danesa, supo inmediatamente que algo terrible había ocurrido y que ese no iba a ser un día como los demás. Sin perder tiempo llamó a su compañero James quien le dijo que su jefe Anders Jensen los estaba esperando en la escena de un crimen. Sin demora, se dirigió a la dirección que le habían indicado.
En cuanto llegaron al lugar de los hechos, Angelique y James se toparon con una escena dantesca: una joven de cabello rojizo yacía desnuda, inerte, colocada cuidadosamente sobre la tapa de un lujoso piano de cola. Sobre su cuerpo, el asesino había dejado unas extrañas marcas, hechas con un cuchillo, al parecer, a causa de estas, ella había muerto desangrada. Lo más extraño es que esos símbolos eran exactamente iguales a los que la víctima traía tatuados en la espalda. ¿Qué demonios significaba todo aquello?
Anders informó a James y a Angelique que el cadáver correspondía a Mery Kristiansen, una famosa bailarina de ballet, que era además la hija menor de una poderosa y adinerada familia danesa. Al mismo tiempo les ordenó comenzar cuanto antes la investigación, llevándola a cabo de la manera más discreta posible. Era indispensable evitar que el asunto trascendiera a la prensa y por lo tanto a la opinión pública.
Poco después de comenzar la investigación, Angelique y James descubrieron que los símbolos que el asesino había marcado en el cuerpo de la víctima correspondían a antiguas runas nórdicas. Durante el transcurso de la investigación, Hans Olsen, novio de Mery se declaró culpable del crimen, sin embargo, su declaración no encajaba con el informe forense. Había algo muy extraño en todo aquello.
Tras interrogar a Annalise y Klaus, padres de la difunta, a su hermano Harald y sus mejores amigas Elsa Ravn y Grette Damgaard, la investigación parecía conducir a un callejón sin salida. Para complicar más las cosas, Leo, un periodista español, había conseguido un poco de información y en su noticiero reveló la noticia del terrible asesinato.
Tras la filtración de la noticia, la familia Kristensen comenzó a presionar a la policía, pero no fueron los únicos, otros reporteros ávidos de una exclusiva también lo hacían. Con el tiempo corriendo en su contra, Angelique, James y Anders consiguieron ponerse tras la pista de los Othila, una antigua sociedad secreta que rendía culto a dioses ancestrales y que llevaba a cabo extraños rituales. ¿Qué tenían que ver los miembros de este grupo con el crimen? ¿Qué tipo de ritos llevan a cabo?
Un viejo dicho recita que “la sangre es más espesa que el agua” y en torno a este gira la novela de Raquel Pérez Sierra, puesto que a lo largo de sus páginas iremos conociendo profundamente a Mery Kristiansen quién era ella y quién deseaba su familia que fuese, pero serían también algunos de sus allegados los que descubrirían aspectos de la vida de la joven que permanecían ocultos.
La novela está estructurada en capítulos cortos, lo que contribuye a hacerla ágil y rápida y cada uno de ellos está relatado por alguno de los personajes involucrados en el caso, contando los acontecimientos en pasado y en primera persona, es así como cada capítulo comienza con el nombre del personaje que funge como narrador. Esta estructura de la historia me pareció muy buena e interesante, puesto que así vamos obteniendo los datos que cada personaje nos aporta y podemos irnos formando un cuadro más amplio, además, contemplamos los hechos desde diferentes perspectivas.
Valiéndose de un lenguaje claro y sencillo, de un estilo muy ágil y de un ritmo que va en aumento en todo momento, Raquel nos entrega una historia que resulta realmente entretenida y fascinante. Sin necesidad de descripciones muy detalladas, nos va introduciendo en los escenarios de Dinamarca y de su mano podemos visitar lugares como los jardines de Yoko Ono en Copenhague.
Lo que más me gustó de la novela son sin duda esos giros inesperados que hacen que te quedes con la boca abierta y que todas tus hipótesis vayan quedando descartadas. De manera muy hábil nos hace desconfiar de todos en alguna parte de la lectura, e ir elucubrando teorías a lo largo de la misma, para finalmente llevarnos a un desenlace muy bueno.
En conclusión, la novela me gustó muchísimo, me resultó una lectura muy sencilla y muy entretenida. Me pareció muy original el incluir las runas nórdicas como parte del crimen, un elemento diferente y que aporta una nueva frescura en cuanto a novela policíaca se refiere, además de situarla en un escenario no muy frecuente en este tipo de historias. Un libro muy recomendable para aquellos que les guste este género literario y también para los que deseen iniciarse en el mismo. Esperemos que Raquel nos sorprenda próximamente con otra buena historia, o quizás una segunda parte de esta. Por último, deseo agradecer a la editorial Cosecha Negra el envío del ejemplar.
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