Autora: Natalia Gómez NavajasPáginas: 454
Tapa: Blanda
Editor: Cosecha Negra
Era temprano, una mañana como otra cualquiera en el Monasterio de la Estrella de San Asensio. Sin embargo, la calma se trocó por el miedo cuando uno de los hermanos descubrió en el interior de la iglesia una macabra ofrenda: el cuerpo inerte de una joven yacía sobre el altar, vestida solamente con un sencillo camisón blanco. El cadáver estaba lavado y perfumado con lavanda y sobre sus manos cruzadas en el pecho, posaba una corona hecha con trece capullos de rosas.
Inmediatamente la policía se personó en el lugar de los hechos y el caso le fue asignado a la comisaria Ana Sánchez. Ella tuvo que llamar inmediatamente a su amigo y ahora subordinado Luis Acevedo, quien tuvo que adelantar su incorporación al cuerpo debido a que, junto a la difunta se encontró un sobre dirigido a él.
Todos los indicios apuntaban a hacia un asesino en serie cuyo principal objetivo era Luis, pero, ¿porqué él? Si acababa de incorporarse tras haber pasado mucho tiempo como teniente del GOES en misiones especiales en Afagnistán. Justo ahora, que el pobre hombre deseaba llevar una existencia tranquila en una ciudad con poca criminalidad, en su natal Logroño, tenía que encontrarse con esto. Justo ahora cuando los fantasmas del pasado lo atormentaban y no lo dejaban dormir. Solo estaba seguro de una cosa, que debía darle cacería.
Sin demora Ana formó un equipo de especialistas para comenzar las pesquisas, tratando de que el caso no trascendiera a la opinión pública. Pero, pese a todos los esfuerzos de discreción, en comisaría había un topo que filtraba la información a la periodista Sonia San Martín, mujer sin escrúpulos que no le importaba en absoluto entorpecer la investigación con tal de conseguir una buena exclusiva.
Los investigadores vieron confirmada la sospecha de que estaban ante un asesino serial cuando otro cuerpo volvió a aparecer. El criminal estaba jugando con ellos al gato y al ratón y era menester detenerlo, pero las pistas eran pocas, hasta que por fin consiguieron un sospechoso: Ignacio Cañas. Ana y su equipo debían darse prisa si deseaban sacar de las calles de Logroño al monstruo que estaba sembrando el terror, pero ¿lo conseguirán? ¿Serán capaces de mantener alejada a la prensa del caso, principalmente a Sonia?
Con Aras de Venganza, Natalia Gómez Navajas nos entrega una novela policiaca muy cuidada, fresca y original. Utilizando Logroño como escenario de la trama, nos lleva de la mano a conocer distintas localidades de la región y algunos de sus monasterios e iglesias. Además, se nota que ha llevado a cabo un buen trabajo de investigación en cuanto a simbolismo religioso se refiere y esto ha contribuido a enriquecer la obra con detalles muy interesantes.
La historia está escrita de manera sencilla y directa con capítulos cortos que nos hacen más dinámica la lectura. Con un inicio espectacular, la trama sigue un ritmo trepidante que hace que el interés del lector no decaiga en ningún momento. En la narración intercala flash backs del pasado de algunos personajes, con lo cual los lectores los vamos conociéndolos mejor y vamos obteniendo más datos que los investigadores. En la novela nos vamos a encontrar con unos giros muy buenos, haciendo que nos tengamos que replantear nuestras hipótesis.
Con respecto a los personajes, cada uno de ellos está muy bien construido y planificado. Todos tienen sus correspondientes claroscuros. Me gustó muchísimo Ana, ya que es una mujer fuerte y decidida que está donde está por mérito propio. Ella sabe como imponer su autoridad y como ganarse el respeto de sus compañeros, pero a la vez es una persona muy humana y empática, que siente pesar ante el dolor de los familiares de las víctimas. Es un personaje que se siente cercano y que agrada.
Por otro lado en Luis vemos a un hombre roto, con estrés post traumático tras las cosas horribles que tuvo que presenciar en Afganistán. Pero aún así, intenta seguir adelante, desea detener al asesino a toda cosa, tanto como desea encontrar la paz y que sus demonios personales dejen de atormentarlo. Es sin duda un personaje muy complejo que nos puede generar compasión y al mismo tiempo respeto y admiración.
Otro personaje muy complejo es Ignacio, un hombre atormentado por su pasado, un psicópata que estaba siendo controlado para que no hiciera daño. Pero cuando faltó aquello que lo retenía, el monstruo que habitaba en él decidió salir y actuar sin piedad. Al ver un personaje como este es inevitable que nos asalte la duda en cuanto a la maldad, ¿una persona mala nace o se hace? Son temas muy complejos, cuyo debate sigue abierto entre muchos especialistas y que a nosotros nos dejan mucho para reflexionar.
Aquí la autora nos deja un tema muy importante a la reflexión, que es el papel de los medios de comunicación, llamados el cuarto poder por su capacidad de influir en el público. Cuando el periodismo deja de cumplir su propósito que es dar información veraz y objetiva a la vez que hacer labor ciudadana deja de ser periodismo para convertirse en basura como lo es la propaganda o el sensacionalismo. ¿Cuántos casos reales pudieron haber entorpecido periodistas sin escrúpulos?
Definitivamente una novela policiaca bien construida y estructurada, muy recomendable para todos aquellos amantes del género. Sin lugar a dudas tenemos en Natalia a una buena exponente nacional de este género. Por último, solamente agradecer a la editorial Cosecha Negra el envío del ejemplar.
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