martes, 14 de octubre de 2025

El crimen de Santa Olga


Autor:
Esther Cabrera

Páginas: 559

Tapa: Blanda

Editor: Maniac Ediciones

Serie: Garrido I


“Hay cosas que sólo se comprenden cuando se camina por el borde del abismo”


Como cada noche, el joven patrullero de la Policía Nacional, Minaya Garrido, se encontraba haciendo su ronda al lado de su binomio cuando un altercado lo lleva a acercarse a un piso en un conocido barrio madrileño. El episodio trae como consecuencia que el agente termine abatiendo a un peligroso delincuente, lo cual provocará que sus superiores lo sancionen suspendiéndolo de empleo y sueldo.

Abatido ante este nuevo revés, Minaya, quien ya de por sí estaba amargado y resentido con la vida por culpa de anteriores experiencias, decide volver a la casa paterna en Santa Olga, el pueblo de la sierra madrileña que le vio crecer. Él sabe que la relación con su padre no es buena, pero aún así, toma la decisión en un arrebato buscando auto flagelarse.

El joven agente había olvidado que en ocasiones el destino nos tiene deparadas algunas sorpresas, por ello, terminó de hundirse más cuando en el pueblo volvió a encontrarse con Elvira Galán, la mujer que fuera su gran amor de juventud. Ella se había casado con Antonio Villegas, un empresario ruin y sin escrúpulos que la controlaba y había construido para su esposa una jaula de oro, maltrato y dolor.

La paz que se respiraba en Santa Olga se trunca cuando Antonio Villegas aparece asesinado en su dormitorio. Elvira, en shock y sin saber qué hacer, llama a Minaya, quien se pone en contacto con la Guardia Civil y a la escena acude junto con la Sargento Ana Paula Ferreras. El forense encargado de la autopsia será Enrique Saldaña, compañero de piso y hermano del alma de Garido.

Enrique, al ver al agente en esas condiciones anímicas tan deplorables decide hablar con su amigo el Inspector Augusto Maestre para ayudarle. Es así como Minaya se incorpora en el equipo de la Brigada de Homicidios comandada por Maestre y su primera misión será encontrar al asesino de Antonio Villegas. Augusto no solo se ocupará de entrenar a Garrido en la investigación policial, sino que también le enseñará valiosas lecciones de vida.

En esta primera entrega de la Serie Garrido, Esther Cabrera nos deleita con un thriller policiaco que discurre con un ritmo ágil y ameno. El libro está estructurado en capítulos cortos cuya abundancia en diálogos hace que la lectura se perciba dinámica y rápida. Valiéndose de excelentes descripciones, los lectores podemos sentir que estamos presentes en cada uno de los escenarios e incluso tener la sensación de que recorremos Santa Olga y que conocemos a cada uno de los personajes.

Y si hablamos de personajes he de destacar que la autora los ha perfilado con sumo cuidado, cuidando cada detalle con mimo para que cada uno siga su línea de acción y algunos de ellos consigan una evolución muy favorable, como es el caso de Minaya. Con respecto al agente tenemos a un hombre gris, atormentado y resentido con la vida, que gusta de torturarse a sí mismo en una muestra de auto compasión, lo cual es comprensible por las situaciones que ha atravesado.

En contra parte tenemos al Inspector Augusto Maestre, un hombre que sabido capear los temporales y se ha forjado a sí mismo, convirtiéndose en un sabueso sagaz y muy hábil en su trabajo. Él será para el joven agente más que un mentor, será quien, haciendo labor de padre, enseñe a Garrido a enfrentarse a sus demonios personales y a plantarle cara a la adversidad. He de decir que ha sido mi personaje favorito, tanto por su sabiduría como por su carisma y templanza.

En cuanto a Elvira, podemos decir que es una mujer infeliz, caya vida está controlada por un marido perverso y maltratador que hace de su existencia un auténtico infierno, que la ha anulado como mujer y como ser humano, todo bajo la mirada, en apariencia indiferente, de Dolores Montesa la madre de la joven, para quien las apariencias y el status social son extremadamente importantes, y más en estos momentos que se encuentra en la recta final de su vida.

Esta novela me ha gustado mucho, la he sentido muy ágil y entretenida y he de destacar la investigación policial, muy del estilo de la vieja escuela, donde el Inspector Maestre y Minaya tendrán que poner a prueba sus capacidades de observación y deducción. Este tipo de labor policial me ha encantado, de hecho, he sentido que Esther se inspiró en los grandes sabuesos de la literatura como son Sherlock Holmes o Hércules Poirot para desarrollar tanto las pesquisas como al personaje de Augusto Maestre.

Otro aspecto de la novela que me ha parecido muy destacable es la manera en la que la autora da visibilidad a los matrimonios por conveniencia y al maltrato doméstico que muchas mujeres han tenido que sufrir y que aún siguen spadeciendo y todo por conservar un status, por mantener las apariencias o simplemente por miedo.

También resulta muy destacable que Esther pone en el foco en los grandes tiburones corporativos, ejecutivos sin escrúpulos que son capaces de cualquier cosa con tal de obtener pingües beneficios. Además, nos vamos a encontrar a empresas que rescatan PYMES y no precisamente por altruismo, sórdidas competencias entre grandes corporaciones, espionaje empresarial, entre otros temas interesantes.

Para finalizar, me resta comentar que la historia cuenta con algunos giros muy interesantes dignos de destacar, atando muchos cabos sueltos. Si he de decir que he sentido que alguna subtrama queda un poco en el aire, pero supongo que se debe a que en la siguiente entrega de la serie Esther la abordará con mayor profundidad. Para finalizar, solamente quiero agradecer al equipo de Maniac Ediciones el haber puesto esta novela en mis manos y comentaros que tengo muchas ganas de leer el siguiente y saber que le depara el destino a unos personajes que me han resultado entrañables, así que, si queréis un buen thriller que os deje con ganas de más, solamente tenéis que pinchar aquí.

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