Páginas: 382
Tapa: Blanda
Editor: Libros de seda
“En cualquier parte se pueden encontrar finales felices, entremezclados con la madeja de la vida. Solo hay que saber buscar los detalles, seguir los modelos y encontrar el patrón que le conviene a cada uno.”
Habían pasado los años y Cassandra Austen era ya una anciana cuando en aquel año de 1840 decide visitar a Isabella la hija de su gran y difunta amiga Eliza. La pobre joven estaba desolada porque tras la muerte de su padre debía abandonar la rectoría en la que vivía para que el nuevo párroco tomara posesión de la propiedad.
Tras la muerte de su hermana Jane, Cassandra se había dedicado a ayudar a sus hermanos, cuñadas y sobrinos, a realizar visitas sociales y a mantener y preservar el legado que había dejado la escritora tras su prematuro fallecimiento. Por este motivo decide efectuar ese viaje a Kintbury con el objetivo de rescatar las cartas que durante años, tanto ella como Jane habían enviado a Eliza.
Durante su estancia en la rectoría Cassandra deberá ser muy cautelosa y llevar a cabo su misión sin que Isabella y Dinah, una sirvienta entrometida, se enteren de su objetivo. A través de estas misivas, la anciana recordará un pasado que ya ha quedado muy lejano en el tiempo, incluso deberá enfrentarse a los secretos que estas guardan, tanto de Jane como de ella misma.
A lo largo de las páginas de Miss Austen, Gill Hornby nos lleva de la mano a emprender un viaje a través del tiempo para conocer, desde de la perspectiva de Cassandra, como fue la vida de las hermanas Austen. Nos adentraremos en la más profunda intimidad del hogar familiar, desde que ambas eran unas jovencitas casaderas, y podremos disfrutar, cual testigos silenciosos, de esas noches en las que Jane deleitaba a su familia leyendo para ellos las novelas que su delicada pluma iba plasmando en el papel.
Valiéndose de un estilo muy ameno y ágil, Gill nos mostrará cómo era la vida en la campiña inglesa a finales del siglo XVIII y principios del XIX. Conoceremos a una Cassandra dulce y empática, una mujer que entrega todo sin recibir nada a cambio, una dama que sin necesidad de intermediarios como Emma pudo comprometerse con Tom Fowle, aunque más tarde el destino mostrase su rotunda oposición a ese amor, arrebatando a la joven su prometido y sus ilusiones.
Mediante descripciones muy bien logradas, nos sumergiremos en una historia que desde el principio nos engancha y no nos suelta hasta que llegamos al final de una novela que entre sus páginas mezcla la ficción con hechos históricos reales. Una obra de tal belleza que nos llevará a experimentar una gran cantidad de sentimientos y emociones.
Con una pluma exquisita a la vez que delicada, la autora nos entrega unos personajes muy bien perfilados, cuidados con todo mimo hasta el más ínfimo detalle, tan es así, que sentimos que los conocemos como si fuesen íntimos. Gill nos muestra en Cassandra y Jane a dos mujeres fuertes, valientes e inteligentes, damas adelantadas a su época que deben enfrentar los prejuicios y condicionamientos sociales que imperaban en esos tiempos. Dos hermanas con mucho Sentido y Sensibilidad que en los momentos clave también saben mostrar Orgullo y Prejuicio y no permiten que ningún tipo de Persuasión condicione sus deseos y objetivos.
En la novela disfrutaremos mucho de ese vínculo tan hermoso e inquebrantable que une a Jane y a Cassandra, que no solo son hermanas de sangre, sino también de espíritu, almas afines que juntas supieron enfrentar la adversidad, apoyándose mutuamente. Unidas atravesaron la incertidumbre como quien atraviesa los corredores de la Abadía de Northanger y supieron llevar una buena relación con una cuñada que por momentos nos incitaba a acordarnos de Lady Susan.
Miss Austen es sin lugar a dudas una historia sencilla a la vez que preciosa, una novela que nos hará reír y nos hará llorar, conseguirá que podamos conmovernos profundamente a la vez que nos hará sentir que estamos allí, en aquellos escenarios y en aquel tiempo contemplando en admirado silencio unos acontecimientos intensos y emotivos. Sentiremos deseos de abrazar tanto a Cassandra como a Jane y al finalizar la lectura nos quedaremos con muy buen sabor de boca y con el corazón calentito.
Solo me resta decir que Miss Austen no es solo un libro para los amantes de Jane Austen, es una novela ideal para todo el mundo, para quienes deseen disfrutar de la belleza hecha palabra, para quienes busquen una historia intensa, emotiva y diferente, para los que aman las tramas ambientadas en la campiña inglesa y para todo aquel que en medio de nuestra sociedad caótica desee simplemente disfrutar una novela bonita.
Y no me puedo marchar sin agradecer a la editorial Libros de Seda el haber hecho posible que la bellísima novela de Gill Hornby haya caído en mis manos y si vosotros también deseáis acompañar a las hermanas Austen en ese camino que recorrieron juntas, solamente estáis a un click de ello.
“Si se conoce la perfección, ¿porqué ir en busca de la deficiencia?”
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