Autor: Mary W. Shelley
Páginas: 263
Tapa: Dura
Editor: Sexto piso
Ilustrador: Lynd Ward
Todo comienza cuando el joven explorador Robert Walton decide emprender un peligroso viaje a tierras lejanas y gélidas. En su travesía le cuenta a su hermana, a través de cartas, sus vivencias durante el viaje y también la historia de un hombre al que han rescatado naufragando al borde de la muerte.
El náufrago era Víctor Frankenstein, quien había nacido en el seno de una familia acaudalada en Suiza. Su padre había sido un hombre sabio y muy gentil y su madre una mujer amorosa, elegante y bondadosa. El matrimonio se había apiadado de Elizabeth, una niña de origen noble cuya familia había caído en desgracia dejándola a ella en la orfandad.
La pequeña pasó a ser una hija más del matrimonio y Víctor terminó enamorándose de ella, sentimiento que era correspondido. Los padres se sentían felices y satisfechos con la futura unión de los jóvenes, pero antes el muchacho debía concretar sus estudios.
Víctor era un apasionado por el conocimiento, en especial por aquel que era considerado prohibido y oculto, por ello se traslada al extranjero a realizar sus estudios en ciencias naturales antes de su futuro matrimonio con Elizabeth. Consigue destacar por su brillantez, pero no se conforma con eso, sino que decide jugar a ser Dios y crear vida a partir de la muerte.
Su macabro proyecto da fruto con la creación de una criatura que le causó tal impresión y horror que decidió abandonarla a su suerte. El ser, al verse abandonado y despreciado, decide tratar de hacer una vida, de encajar en la sociedad y buscar la aceptación de sus semejantes. Sin embargo, pese a sus esfuerzos por ser aceptado, solo topa con el pavor y el rechazo de las personas.
Cegado por la ira y el dolor acude a Víctor para pedirle que cree para él una compañera a su imagen y semejanza. Para conseguir que su creador acepte utiliza el miedo y la amenaza. Sin embargo, poco antes de concluir el proyecto, el científico no se siente capaz de repetir la atrocidad, por lo cual, suspende la creación y destruye los avances.
Esta decisión desatará la ira del monstruo que en busca de venganza sembrará el terror y la muerte a su paso. Sin embargo, Víctor no es capaz de confesar lo que ha hecho y su cobardía será la causa de las tragedias que se suscitarían.
Una vez que el joven ha perdido todo, decide perseguir a su creación por todo el mundo para exterminarla. Esta cacería lo llevó al barco de Walton en un estado de salud y anímico deplorable. Sabe que le queda poco tiempo para lograr su objetivo y ahora necesita ayuda y tendrá que confesar su historia.
Existen historias que por mérito propio se han convertido en una parte importante de la cultura popular y han llegado a ocupar un alto escaño entre los grandes clásicos de la literatura universal. Tal es el caso de Frankenstein o el moderno Prometeo escrita por Mary Shelley.
La novela es considerada como uno de los más reconocibles símbolos del terror universal, y ha sido llevada a la pantalla grande en gran cantidad de ocasiones. Sin embargo, en las películas nos muestran escenas que para nada coinciden con el libro, por ello, quien no lo ha leído, puede tener una idea de Frankenstein un tanto diferente a la real.
Tenemos en esta obra una novela influenciada por el terror de la literatura gótica que, al mismo tiempo, guarda un halo de misterio. Estructurada con una prosa muy bien cuidada y personajes perfectamente definidos y complejos que siguen a la perfección con su línea y evolución a lo largo de la trama.
Algo muy destacable en esta novela es la maestría con la que Shelley describe los sentimientos de los personajes, provocando en el lector la facilidad de empatizar con ellos, principalmente con la criatura, quien al hablar tiene una capacidad asombrosa para provocar la compasión y la misericordia del lector, hasta que cambia radicalmente.
Considero que lo más destacable en la novela es la crítica y condena que hace Mary Shelley a la ciencia sin ética, a tratar de desafiar la naturaleza y jugar a ser Dios. Una visión de lo que actualmente vemos en la ciencia de nuestros días. También nos ejemplifica las consecuencias que puede tener crear cosas que puedan transformarse en monstruos capaces de hacer cualquier acción.
Los sentimientos principales que podemos ver en la novela son la melancolía, el amor, la obsesión por lo imposible y el miedo. Se puede añadir que Mary Shelley nos muestra también a través de la criatura, la necesidad que tiene el ser humano de encajar en sociedad y de ser amado y aceptado por sus semejantes y en contraparte la capacidad que puede tener la sociedad para rechazar a aquel que es diferente, al que piensa distinto, aunque con sus acciones traten de aportar cosas positivas o de hacer bien a los demás. Quizás, si el ser no hubiese experimentado ese rechazo, las tragedias se hubiesen evitado.
Recomiendo mucho leer esta novela en primer lugar para quitarnos la venda de los ojos de la imagen que el cine nos vendió. En segundo lugar, porque es una obra impregnada de profundísimas reflexiones acerca de temas tan importantes como la ética que debe ser parte fundamental en la ciencia, la aceptación de uno mismo y de los demás, el bien y el mal, los prejuicios, la cobardía para asumir responsabilidades, el remordimiento de conciencia o la capacidad de venganza. Por último, la recomiendo también para conocer otro de los grandes clásicos de la literatura y deleitarse con el talento y la maravillosa prosa de Shelley.
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