Autor: Pedro Calderón de la BarcaPáginas: 178
Tapa: Dura
Editor: Espasa
La historia se desarrolla en la pequeña localidad extremeña de Zalamea durante la época de la Guerra de Portugal. Don Álvaro Ataide, un capitán del ejército español de origen noble llega al pueblo con un contingente de tropas. Sin ser invitado y sin derecho a réplica, el militar decide hospedarse en la casa de Don Pedro Crespo, el labrador más rico del lugar.
Crespo vivía junto con sus dos hijos, Juan y la hermosa Isabel. Temeroso por la seguridad de su hija, Pedro decide esconderla para que no sea vista por los soldados, sin embargo, Álvaro se entera y mediante argucias se las ingenia para llegar hasta ella y poder verla. El capitán se encapricha de la joven y en un intento de evitar problemas, Don Lope, decide ser él quien se quede en la casa del labrador.
Pero el capitán no se da por vencido y consigue secuestrar a Isabel, llevarla a un descampado y abusar de ella. Juan encuentra a su hermana en medio del monte y decide vengar la afrenta enfrentándose al capitan y logra producirle una importante herida. Al enterarse Pedro de lo que había ocurrido, para no ver mancillado su honor, intenta que el militar despose a su hija pero este rechaza y les desprecia alegando su origen humilde.
Pedro es nombrado alcalde y con su nuevo puesto decide hacer justicia a su hija encerrando al capitán para ajusticiarlo, lo cual no agrada a Don Lope. La situación llega a oídos del rey Don Felipe II, quien considera que Pedro ha hecho lo correcto y lo nombra alcalde perpetuo de Zalamea e Isabel es enviada a un convento.
El alcalde de Zalamea junto con La vida es sueño son las obras más conocidas de Pedro Calderón de la Barca, uno de los autores más prolíficos y reconocidos del famoso Siglo de Oro Español.
En el Alcalde de Zalamea podemos ver los elementos clásicos más recurrentes de la literatura de la época: venganza, pasión, crimen, orgullo, honor, justicia y lucha de clases. Se trata de una obra de teatro escrita en versos que utiliza a unos personajes muy bien trabajados y cuyos protagonistas son profundos y confusos.
La obra es una denuncia encubierta a los abusos de poder que se sucedían por parte de las clases más altas hacia las más desfavorecidas, cosa que no ha cambiado mucho que digamos. Además muestra la injusticia de la que muchas mujeres eran víctimas en aquella época y de cómo el honor era lo más importante para los hombres. Otro de los puntos clave de la pieza es el deseo de justicia que experimentan las víctimas ante sus victimarios y la impotencia que se puede sentir cuando esta falla.
Una obra con unos versos exquisitos que en pocas líneas tienen gran profundidad y sensibilidad, por no hablar ya de la belleza y riqueza del léxico que utiliza. De la mano de Calderón es muy fácil empatizar con las víctimas y experimentar sentimientos como la rabia o la tristeza conforme las páginas van pasando.
Es una obra bellísima que nos acerca a la mentalidad y la forma de vida que existía en aquella época, ya que está perfectamente enmarcada en un contexto histórico y en la que personajes reales hacen su aparición. Una pieza para ser disfrutada, ideal para todos aquellos que gusten de los grandes clásicos de la literatura universal y disfruten leyendo obras con riqueza de lenguaje y cargadas en reflexiones y también de corte un poco filosófico.
Sin lugar a dudas el teatro es un disfrute para aquellos amantes de la literatura, especialmente de los clásicos, género en el que encontramos obras maravillosas como lo es Cirano de Bergerac, cuya reseña puedes leer en este enlace.